Si bien el CV es sumamente importante a la hora de buscar empleo, mantenerlo y querer mejorar tus condiciones laborales, las habilidades duras están perdiendo terreno frente a las habilidades blandas. Y no solamente ocurre a la hora de postularte a un empleo, también ocurre en la vida cotidiana, en la que siempre preferimos rodearnos de personas que nos puedan contener, que nos apoyen, que no nos juzguen, que nos acompañen a la hora de lidiar con las frustración, etc.
¿Qué son las habilidades duras?
"Las habilidades duras son todas aquellas competencias vinculadas directamente con las tareas realizadas por el colaborador. Son los conocimientos y habilidades sobre un tema en específico que permiten que el trabajador desempeñe su puesto" (1), es decir, el resultado de estudios, experiencias académicas, experiencias laborales, capacitaciones, etc... Para dejarlo en blanco sobre negro, podríamos decir que las habilidades duras son las capacidades y habilidades de trabajo, de resolución, de análisis, de explicar, etc., que aprendiste en la escuela: hacer un plan de marketing, plantear un problema de investigación, diseñar un plano, utilizar un software de análisis de datos.
Son las habilidades que miran, antes que al resto, a la hora de pensarte como un candidato para un puesto de trabajo, un ascenso o alguna promoción en tu lugar de empleo. Pero también te habrás fijado que en las situaciones de entrevista de trabajo, por ejemplo, también se fijan en cómo te expresas, cómo te relacionas, etc... esas son las habilidades blandas.
Y, ¿qué son las habilidades blandas?
Son “el resultado de una combinación de habilidades sociales, de comunicación, de forma de ser, de acercamiento a los demás, entre otras, que hacen a una persona dada a relacionarse y comunicarse de manera efectiva con otros”(2), simple y llanamente, lo relacionado con tus capacidades personales como sujeto psicosocial.
En estos tiempos de pandemia y teletrabajo, dentro de las habilidades blandas podríamos mencionar (3):
- La habilidad para superar la complejidad y la ambigüedad;
- La habilidad para liderar a través de la influencia;
- La habilidad para gestionar a la distancia;
- La habilidad para manejar equipos interculturales e intergeneracionales;
- La habilidad para gestionar una fuerza laboral integrando máquinas y humanos; y
- La habilidad para poder dar respuestas rápidas, ágiles y asertivas.
Podés encontrar mucho material para leer, pero más allá de esa lectura, lo importante es que pongas en práctica el desarrollo de esas habilidades, puede ser inteligencia emocional, Programación Neuro-Lingüística, mejora de las relaciones, manejo del tiempo; o cualquier otra que gustes... Todo, siempre, si lo acompañas de una buena actitud, te ayudará.
Es decir, todas las habilidades y/o capacidades, que te permiten relacionarte con tu entorno (no solo con las personas, sino también con las tareas, las cosas, las emociones, las situaciones personales, entre otras). Si bien, muchas de estas capacidades tienen que ver con tu carácter, con tu personalidad, con tu forma de ver la vida, también pueden ser "trabajadas", desarrolladas, fortalecidas, a través de lectura, reflexión, cursos, etc.
Entra acá la discusión de ¿UN LÍDER NACE O SE HACE?, si bien es una discusión que no vamos a desarrollar acá, entra en el planteo de hacerte ver que hay quienes por asuntos personales tienen más desarrolladas algunas capacidades blandas, y hay quienes se dedican a fortalecerlas/desarrollarlas a lo largo de su vida.
Te invitamos a leer este artículo, es muy claro y seguro te va a dar algunos tips para re-pensarte en tu empleo: “Nadie te va a recordar por tu currículum, sino por tu forma de ser", disponible en: https://viabiz.com.ar/2019/01/23/nadie-te-va-a-recordar-por-tu-curriculum-sino-por-tu-forma-de-ser/?fbclid=IwAR3ag4wtWg_BBPjRwEmQMT1S9IJCLQtTC7yrRQ9hogcYgK_mY478PG5wTvI
No hay comentarios:
Publicar un comentario